miércoles, 30 de mayo de 2012

RINOPLASTIA

Rinoplastia

¿En qué consiste?

La rinoplastia es una intervención quirúrgica que busca mejorar la forma de la nariz y armonizarla con el resto de los rasgos faciales.
Pero además de por motivos estéticos, su aplicación puede ser también reparadora, en caso de desviaciones nasales u obstrucciones de las vías respiratorias.

Técnicas empleadas
La intervención se realiza mediante una incisión en el interior de las fosas nasales y, generalmente, requiere de distintas maniobras para modificar los huesos, estrechar su anchura, reducir la aletas nasales, elevar y afinar la punta de la nariz, corregir el tabique óseo (Septoplasia), etc. para, de esta forma, corregir tanto la parte externa como interna de la nariz (en caso de pacientes con problemas de respiración por la vía nasal).

Todas las incisiones se realizan en el interior de la nariz, por lo que las cicatrices no son visibles, excepto en casos excepcionales en los que es necesario reducir orificios nasales excesivamente grandes y en los que habrá una mínima cicatriz, casi invisible, en el surco nasal.

Al final de la intervención se taponan las fosas nasales por un período de 1-4 días, dependiendo de si se ha realizado corrección del tabique nasal (Septoplastia) y se coloca una pequeña escayola que se retirará a los 3-4 días.


Operación y anestesia

En el caso de la rinoplastia, sólo será necesario permanecer ingresado durante
24 horas.
La intervención tiene una duración aproximada de algo menos de una hora y el tipo de anestesia puede ser local (acompañada de sedación) o general, dependiendo en todo caso del criterio del cirujano, según el tipo de paciente y de la complejidad de la intervención.

Requerimientos
Por lo general, este tipo de intervención se puede realizar a cualquier persona a partir de los 16-17 años.
Para asegurar que la operación se hará con total seguridad es necesario que el paciente pase un chequeo previo donde se estudiará el estado de su corazón, pulmones y se realizará una analítica completa.

Postoperatorio

Al final de la intervención se taponan las fosas nasales por un período de 1-4 días, dependiendo de si se ha realizado corrección del tabique nasal (Septoplastia) y se coloca una pequeña escayola que será retirada a los 3-4 días.

Posteriormente, durante 7 días el paciente deberá llevar unas tiritas de esparadrapo de color piel, para evitar la inflamación.

Generalmente, hasta una semana después de la intervención habrá edema y hematomas alrededor de los ojos (pero estos se podrán disimular con maquillaje).

A los 15 días, el aspecto de la nariz es casi normal, persistiendo algo de edema en los laterales, que irá desapareciendo en los meses siguientes.

A pesar de lo que se pueda oír o leer, la rinoplastia no es una intervención dolorosa. La única pequeña incomodidad es la de respirar por la boca durante el tiempo que se tienen taponadas las fosas nasales.
Hasta las 6-8 semanas después de la intervención se desaconseja el uso de gafas, así como la práctica de deportes que impliquen sudoración o contacto.
Además, se debe evitar la exposición directa al sol o los cambios bruscos de temperatura.





                                                                                                 http://www.clinicaandresramos.es/pdf/rinoplastia.pdf

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